Viernes 22 hs - Teatro Timbre 4

Viernes 22 hs - Teatro Timbre 4

Porque todo sucedió en el baño :: De Lautaro Perotti

Leandra, Matías y Pablo fueron compañeros hace mucho tiempo. En el baño del colegio, Matías descubrió una parte de sí mismo, en callado silencio. Diez años más tarde, como quien intenta preservar un retazo de experiencia, como quien intenta volver a su propio pasado para enmendar amores inconclusos e historias no vividas, Matías compra ese baño. Y reúne a sus viejos compañeros de escuela para revivir aquellos momentos que quedaron intactos en su memoria. Pero la escuela ya no es escuela. Y ni Matías, ni Pablo ni Leandra son ya adolescentes.

La edad de la inocencia ha terminado. Ahora, en sus intentos por volver a acercarse al otro, por no estar solos, se torturan los unos a los otros, cada uno con sus armas y con la potencia devastadora de la revelación de silencios bien guardados, en un juego de deseos y secretos que busca su fin, hasta que lo encuentra.

Porque todo sucedió en el Baño cuenta la historia de sus personajes en tres tiempos y dos espacios: el pasado, territorio evocado por el relato de cada uno de ellos según cómo ha conservado - u olvidado - el mismo recuerdo cada memoria; el presente, el tiempo del Baño comprado por Matías; y el futuro, ese tiempo posterior al fin de todos los juegos, en el que Matías y Pablo vuelven a encontrarse - esta vez por azar -en un Aeropuerto, en alguna ciudad de algún lugar, apresados en un secreto compartido que no pueden pronunciar. Ni remediar.


lunes, 22 de marzo de 2010

"La soledad une a los personajes de Baño" Entrevista a Lautaro Perotti para Red Teatral


Lautaro Perotti, autor y director de “Porque todo
sucedió en el baño”, nos brinda sus opiniones acerca de su creación: Porque todo sucedió en el baño

Red Teatral: ¿Qué querés transmitir con las historias representadas en tu obra?
Lautaro Perotti: Es la historia de tres personas que casi no se recuerdan… y que creen conocerse. Personas que siempre se desearon, que se necesitan… y se torturan. Terminan sin tener claro porque éste lugar frío y que resulta testigo de sus intentos por ser felices, por acercarse al otro, por no estar solos… Y también de la única cosa que hacen juntos y que los unirá para siempre.
RT: Las escenas se desarrollan en dos espacios: un baño y el aeropuerto. ¿Qué representan estos espacios en el universo de los personajes y también en el tuyo?

LP: El baño de una casa es un lugar íntimo, pero en este caso es un baño de uso público. En los aeropuertos las personas transitan sin dejar huellas o rastros, pero si uno se detiene a mirar, a veces transcurren momentos de mucha intensidad, aunque sus protagonistas traten de disimularlo. Me interesaba que la acción transcurriese en dos espacios completamente distintos e impersonales, en donde sucediesen los momentos más determinantes de sus vidas, tanto en el pasado como en el presente. Dos espacios que le fuesen ajenos para los cuatro, pero que inevitablemente recordasen el resto de sus vidas.

RT: Leandro y Pablo representan dos mundos diferentes. ¿Cuáles serían aquellos puntos que unen ambos mundos?

LP: La soledad. La tremenda sensación de no saber exactamente quién se es lejos del otro.

RT: Contános acerca de tus personajes… ¿Cómo llegaron a vos?, ¿La historia se armó con el tiempo, o ya estaba pensada desde un primer instante?

LP: Fui escribiendo la obra a lo largo de varios viajes que hicimos el año pasado en gira con “La omisión de la familia Coleman”. Terminé de leer en La Habana “Lo bello y lo triste” y escribí una escena, y a lo largo de los siguientes viajes terminé de escribir. Pero lo cierto es que los personajes, sus vínculos y la forma de relacionarse entre ellos existieron desde el primer momento, solo se trató de encontrar la historia que los unía.

RT: Cuando los personajes plantean “jugar al psicoanálisis” ¿eso significa “decir lo primero que se les ocurre” o vos pensabas en otras cuestiones?

LP: La verdad es que Pablo, Leandra y Matías no pueden hablar de lo que les pasa, de lo que quieren y sienten. No pueden o no quieren. Sin darse cuenta, y con el pretexto de un juego comienzan a decirse lo que les pasa. Y a escucharse. Con las consecuencias que eso les trae a cada uno.

RT: El tema de las disculpas es algo que los encuentra a Pablo y a Matías en un punto crucial de la obra. ¿Por qué Matías le pide disculpas a Pablo?
LP: Matías le pide disculpas por algo puntual, por haberlo agredido. Pero también, sin darse cuenta, le pide disculpas por lo que siente por el, como si hubiese traicionado esa amistad que para él es el centro de su vida.

* Le agradecemos a Lautaro Perotti por colaborar con Red Teatral
FACUNDO ESPÓSITO

miércoles, 17 de marzo de 2010

Joaquín Bonet: Comentario sobre Porque Todo Sucedió en el Baño

Alguien compra un baño de su vieja escuela de secundario.

¿Para qué?


Esa fue la primera pregunta que me hice al ver el espectáculo.

A partir de allí comenzó a desandarse un camino marcado de sombras, de recovecos, de secretos que estallan y que sin embargo no resuelven el presente porque hay algo latente en ese pasado, hay algo por venir que ni los personajes terminan de comprender aún.

Un fortuito reencuentro explota el pasado dormido, aplazado.

Apoyado en excelentes actuaciones, el trabajo de dramaturgia y dirección de Lautaro Perotti demuestra las calidades que ya le conocemos como actor.

*Joaquín Bonet
Es autor, director y productor de "Testigos", obra seleccionada para el Festival Internacional de Buenos Aires 2009. Ganadora del Tercer Premio Nacional de Dramaturgia del Instituto Nacional de Teatro. Y seleccionaday para el Programa Formación de espectadores 2008.

Otras obras de teatro de su autoría: "Esa no fue la intención" (2000-2001) y "Acercamientos personales 2" (2005-2006), obras que además dirigió dentro del circuito off: "Acercamientos personales 2" (co dirigida con Luciano Cáceres) recibió apoyo de varios organismos: Proteatro, Cutura BA, Fondo Nacional de las Artes y el Instituto Nacional de Teatro, quien le otorgó un premio especial por la calidad del espectáculo además de seleccionar la obra para la Fiesta de Teatro de Buenos Aires.

Como director de cine, realizó el cortometraje "La promesa" (2004) seleccionado como Finalista en el Primer Concurso TELEFÉ CORTOS.

En 2007 además dirigió "Crónica de la caída de uno de los hombres de ella" de Daniel Veronese (teatro La tertulia) y fue co autor y co director de "Cuentos a la hora del te, un recorrido por viejas historias" (Abasto Social Club) espectáculo en el que también se desempeñó como actor.

lunes, 15 de marzo de 2010

Porque todo sucedió en el Baño - Lautaro Perotti, su director, en un reportaje para Yaeshoy.com.ar


Por Angelica Kroffer
Lautaro es actor, director, guionista, argentino. Como actor, está de gira por Europa con la obra La omisión de la familia Coleman. Escribió y dirige Porque todo sucedió en el baño, que se puede ver en el Timbre 4 todos los viernes.
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Nací en Buenos Aires, 1974, en una casa en la que se hacía y se respiraba teatro. Mis abuelos también se dedicaban al teatro.Hoy vivo en San Telmo. Mi primera experiencia fue como asistente de dirección, y luego también hice muchas obras en distintas salas. En los últimos años, ya dentro de Timbre 4 hicimos Lisístrata, cruzada de las piernas cruzadas, La omisión de la familia Coleman y Jamón del diablo.

Hay muchísimo muy buen teatro para ver en Buenos Aires.Me gusta mucho lo que hacen Daniel Veronese, Román Podolsky, y por supuesto todas las obras que han estado y están en cartel en Timbre 4.

En el proceso de La Omisión de la Familia Coleman fue el elenco lo primero que se conformó, incluso antes del texto. Yo trabajé en muchas obras que dirigió Claudio (Tolcachir), y cuando me habló del proyecto que tenía en mente, la idea con la que iniciamos el proceso fue que pudiéramos trabajar sobre la composición de un personaje diferente y opuesto a lo que anteriormente habíamos hecho juntos.
Los 4 actores de Porque todo sucedió se formaron en Timbre 4, y los conocía de verlos trabajar en sus talleres y también de haberlos visto en otras obras antes de empezar a ensayar Baño. Los admiro y respeto mucho, además de saber que su forma de trabajar coincidía con el proceso de ensayos que necesitaba la obra. Y desde el momento que me puse a escribir el texto, sus rostros se me impusieron.
De la profesión me gusta tener tiempo para ensayar y trabajar.Disfruto el encuentro con compañeros que respetan esta profesión, el ensayo, el esfuerzo, el trabajo. Creo también que hacer teatro tiene que ser divertido siempre. La diversión es algo muy valioso en los procesos de trabajo.
Cuando estoy en Buenos Aires estoy en todas las funciones de Baño, por ahí alguna vez no entro a la sala, pero igual estoy en el teatro. Cuando estoy de gira nos mantenemos en contacto por mail, skype, etc. Como director, necesito saber todo lo que pasa en las funciones.
Creo que lo que los personajes de Baño tienen en común la imposibilidad de poner en palabras lo que les pasa. Comunicarse francamente, abiertamente, con el otro. Porque todo sucedió en el baño es el cruce de las historias de cuatro personas que viven por algo que nunca pueden poner en palabras, que no saben cómo nombrar, aunque crean que todo está dicho.
Lala, Matías, Pablo y Leandra son personajes que actúan, hacen, para acercarse a aquello que desean, y en ese hacer se equivocan, o le producen un dolor irreparable a quien quieren. Son seres imperfectos, anclados en un pasado que quisieran poder revertir y que les hace vivir un presente vertiginoso, que a su vez prefigura un futuro doloroso.

Los dos espacios diferenciados -Baño y Aeropuerto- en los que transcurre la acción de la obra nos planteaban un gran desafío para la puesta y la resolución espacial de la obra (N. de R: escenografía de Sol Soto). Aquello que tienen en común los dos espacios es que ambos, al ser de uso público, son absolutamente impersonales y por lo tanto absolutamente ajenos a los personajes, tan ajenos como los son ellos entre sí. Sin embargo, aún siendo lugares de tránsito, Baño y Aeropuerto se convierten en espacios que los personajes recordarán el resto de sus vidas. En términos de realización, buscábamos trabajar con la imagen de un baño real, con los rastros del paso del tiempo, del deterioro. La luz, cuyo diseño hizo Omar Possemato, complementa esta búsqueda.

Es difícil plantear generalidades y absolutos, las situaciones que configuran nuestra biografía personal son las que nos hacen actuar. Pero sí creo que es un rasgo de la época la dificultad para comunicarnos francamente. La dificultad de poner en palabras, incluso frente a nosotros mismos, los sentimientos más profundos, nuestros temores, nuestros deseos más impronunciables.

La crítica es algo que siempre estuvo y estará alrededor de nuestra actividad. Simplemente hay que acostumbrarse a convivir con ella, y en ese marco saber que pueden halagarnos o hacernos una mala crítica, pero en definitiva son sólo eso, opiniones sobre lo que hacemos. Tengo muchas ganas de seguir dirigiendo, y sigo escribiendo. Estamos de gira permanente con Coleman, y también estoy por comenzar un nuevo proyecto como actor.

:: Porque todo sucedió en el baño
Autor y director: Lautaro Perotti

Elenco: Alejandra Carpineti, Andrés Ciavaglia, Juan Ruy Cosin, Francisca Ure.
Viernes @ 10pmTimbre 4. Boedo 640. BUE.

domingo, 7 de marzo de 2010

Baño, según Claudio Tolcachir

Cuando los sueños de futuro quedan anclados en inacabados sueños de un pasado que siempre parecerá mejor que este presente donde la vida se nos viene encima y la muerte ya no es más una ficción y anda rondando por ahí, agazapada.

Los personajes de esta obra están llenos de vida, y al mismo tiempo, aterrados ante la idea de crecer, atados hasta el absurdo a la reconstrucción de un tiempo que fue y no pudo transformarse en algo posible.

Este texto profundamente silencioso y plagado de secretos de esas vidas me produce una mezcla de melancolía y desesperación. No puede dejarte ajeno. Lastima por verdadero y sencillo a la vez.
La puesta, complejísima, en ese espacio mínimo del baño y el aeropuerto está labrada con un detalle envidiable y alcanza ese equilibrio de belleza y frescura tan difícil de encontrar.

Los cuatro hermosos actores dejan su alma en cada función, con esa entrega de quien se juega todo, sin espacio al oficio. A todo o nada. Como debe ser. Y es conmovedor verlos crecer y desarrollarse en este proyecto.

La luz de nuestro talentoso y siempre amigo-compañero Omar Possemato una vez más logra en este espacio tan particular de Timbre 4 climas mágicos y profundamente humanos.


Hace muchos años un grupo de amigos decidió cuidarse y apoyarse en este camino del teatro, y construir un espacio propio donde pudiéramos probar. Aprender. Equivocarnos. Descubrir. Lautaro Perotti es uno de los corazones de este proyecto. Corazón, cabeza, cuerpo y energía para crear lo que no existía y parecía imposible alcanzar. Vivir de lo nuestro, crecer como artistas.

Y sobre todas las cosas mantener esa alegría inocente del comienzo intacta tantos años después.

Por muchos años más. Salud.



Claudio Tolcachir




Claudio Tolcachir saludando a Juan Ruy Cosin, actor del elenco de Porque Todo sucedió en el baño, el día del esteno, en Mayo de 2009.

sábado, 6 de marzo de 2010

En primera Persona.Lautaro Perotti, director de Porque todo sucedió en el baño nos cuenta el proceso detrás del montaje. En GEOteatral


La obra acaba de iniciar su 2da temporada. Es su primer trabajo como autor y director. En esta nota, Lautaro Perotti – que es además docente teatral, actor e integrante del elenco de La Omisión de la familia Coleman - nos revela el entramado detras de la escritura de la obra y su puesta en escena.


Porque todo sucedió en el baño es la historia de Pablo, Matías, Leandra y Lala.

Leandra, Pablo y Matías fueron compañeros hace mucho tiempo. En el baño del colegio, Matías descubrió una parte de sí mismo, en callado silencio. Diez años más tarde, como quien intenta preservar un retazo de experiencia, como quien intenta volver sus pasos sobre su propio pasado para enmendar amores inconclusos e historias no vividas, Matías compra ese baño. Y reúne a sus viejos compañeros de escuela para revivir aquellos momentos que quedaron intactos en su memoria. Pero la escuela ya no es escuela. Y ni Matías, ni Pablo ni Leandra son ya adolescentes.
La edad de la inocencia ha terminado. Ahora, en sus intentos por volver a acercarse al otro, por no estar solos, se torturan entre sí, cada uno con sus armas y con la potencia devastadora de la revelación de silencios bien guardados, en un juego de deseos y secretos que busca su fin, hasta que lo encuentra.

Porque todo sucedió en el Baño cuenta la historia de sus personajes en tres tiempos y dos espacios: el pasado, territorio evocado por el relato de cada uno de ellos según cómo ha conservado - u olvidado - el mismo recuerdo cada memoria; el presente, el tiempo del Baño comprado por Matías; y el futuro, ese tiempo posterior al fin de todos los juegos, en el que Matías y Pablo vuelven a encontrarse - esta vez por azar -en un Aeropuerto, en alguna ciudad de algún lugar, apresados en un secreto compartido que no pueden pronunciar. Ni remediar.

Sobre la dramaturgia


Empecé a escribir la obra en medio de las giras por distintos países de Europa que durante el 2007 hicimos con La Omisión de la familia Coleman. En ese viaje estaba leyendo “Lo bello y lo triste” y algo de esa novela me disparó la escritura de una escena en la que aparecieron los personajes, sus vínculos y esa forma tan singular de relacionarse entre ellos.
A partir de ese primer material, avancé hacia delante y hacia atrás en la historia, hasta llegar a una primera versión del texto que comenzamos a investigar en los ensayos con los actores.
Mucho antes que como dramaturgo, me defino como actor y director, y es desde allí - desde la confianza absoluta en la potencia del cuerpo del actor - desde donde escribí la obra y con la idea de poder investigar, ya en la instancia de ensayos, hasta qué punto aquello que no es la palabra ni lo explicitado argumentalmente en el texto (el lenguaje de los cuerpos en escena) puede completar la narración en el hecho teatral.

El texto de Porque todo sucedió en el baño está hecho de pequeñas acciones que los personajes hacen en sus vidas, y que, sin imaginárselo, involucran a otros, otros que quizás ni conocen. Acciones a veces intrascendentales para ellos pero en las que el otro cree leer mensajes o palabras no dichas.

Quizás de eso se trate la obra: de lo que no hacemos, de lo que no quisimos hacer o ni nos imaginamos que hicimos.

Y de las cosas que quisiéramos, que más deseamos hacer pero que no sabemos cómo. O que creemos que inconfundiblemente hicimos, pero que el otro jamás se entero.

Y si lo hicimos, para otro pero el otro no se enteró ¿Realmente sucedió?

Porque todo sucedió en el baño es el cruce de las historias de cuatro personas que viven por algo que nunca pueden poner en palabras, que no saben siquiera cómo nombrar, aunque crean que todo está dicho.

La espera eterna de una respuesta a algo que hicimos.

El no hacer nada, aunque creemos haberlo hecho todo.

Dirección y puesta en escena

Para la puesta de la obra convoqué a 4 actores que se formaron en Timbre 4 (Alejandra Carpineti, Andrés Ciavaglia, Juan Ruy Cosin y Francisca Ure) a quienes ya conocía por distintos talleres que dictamos en la Escuela. Ensayamos durante casi un año, antes de estrenar en Mayo de 2009. El desarrollo narrativo de Porque todo sucedió en el baño alterna intermitentemente entre el pasado y el presente para poder reconstruir la historia de sus cuatro personajes. Probamos distintos encadenamientos de cada escena dentro de la totalidad, hasta que se cristalizó el modo en que mejor funcionan entre sí, iluminándose mutuamente.

Durante el proceso de investigación - al comenzar a probar el funcionamiento del texto en las primeras pasadas de la obra completa - fueron apareciendo algunas necesidades que me llevaron a reescribir algunas escenas de la obra y a repensar su funcionamiento estructural: así reemplazamos algunas escenas por otras nuevas y reorganizamos el orden en que se suceden las escenas que transcurren en el Baño y en el Aeropuerto.


Los dos espacios diferenciados –Baño y Aeropuerto – en los que transcurre la acción de la obra nos planteaban un gran desafío para la puesta y la resolución espacial de la obra. Aquello que tienen en común los dos espacios es que ambos, al ser de uso público, son absolutamente impersonales y por lo tanto absolutamente ajenos a los personajes – tan ajenos como los son ellos entre sí. Sin embargo, aún siendo lugares de tránsito, Baño y Aeropuerto se convierten, dentro de la obra, en espacios que los personajes recordarán el resto de sus vidas, porque paulatinamente van convirtiéndose en el campo de batalla en el que ocurren los momentos determinantes de sus biografías personales.

Al articular pasado y presente en el montaje elegí trabajar también el contrapunto en la forma de habitar el tiempo que tienen los personajes en cada momento de sus vidas: las escenas que ocurren en el baño tienen una puesta en escena dinámica y algo frenética, y la acción se sucede con el vértigo veloz con que muchas veces hacemos y hacemos sin mediar nuestras acciones por la reflexión y la conciencia.

Las escenas que transcurren en aeropuerto, en cambio, son estáticas y están desprovistas ya de toda urgencia. Allí, en ese aeropuerto que reúne por azar nuevamente a los personajes, pareciera que el tiempo - al menos para ellos - estuviera detenido


De todo esto trata Porque todo sucedió en el baño. De todo esto y de todo aquello que el espectador pueda completar del relato, en los intersticios que la obra deja abiertos para que la imaginación del espectador haga también su recorrido singular por la geografía del Baño.

Lautaro Perotti para GeoTeatral

miércoles, 3 de marzo de 2010

Sobre jóvenes de la era posmo, Por Luis Mazas para Revista 23

Un joven compra el baño de su vieja escuela secundaria, ahora derruida, para vivir ahí... como quien se traba en el pasado. En Porque todo sucedió en el baño importa que los ex estudiantes confronten el malentendido que indigesta su amistad; paraliza a uno, pone en fuga al otro.

El autor Lautaro Perotti añade dos chicas rondando el círculo masculino, sin penetrarlo sino aleatoriamente. Una insistiendo
en hacerse sitio en ambos, otra, conformándose con bordear el conflicto con descontracturado humor de descarga.

Los códigos del texto acercan al espectador a la dialéctica de esta rara generación de la eterna adolescencia tardía, entrampada en la indefinición de sus compromisos y proyectos. Los actores del riñón de Claudio Tolcachir juegan otra vez la dúctil impostura de la no-actuación, con convincente veracidad. Muy bien resuelto el espacio sanitario que escenifica Sol Soto.

Perotti revela, acaso sin proponérselo, cómo tras la aceptación indolente del "todo bien" y el "es lo que hay" nuestros hijos escudan su soledad esencial, sus más frágiles, irresueltas emociones.

martes, 2 de marzo de 2010

Impresiones Por Cristian Lange - en Poeisis Teatral

Pregunta: ¿cuántos dúos caben en un trío?
Un trío, de eso se trata: Leandra, Matías, y Pablo. Por ahora, dejemos a Lala afuera. (El núcleo del conflicto, de hecho, no la incluye). Un trío que, como todo trío que se precie, tiene tres dúos dentro: Pablo/Leandra, Matías/Leandra, y Pablo/Matías. Ese es el juego del trío y lo interesante del planteo. ¿Cuál es la dinámica de las relaciones en cada dúo?

¿En qué y cómo se modifican las conductas individuales al pasar de un dúo a otro? ¿En qué se modifican en la soledad?

La regla del tres.¿Cómo se arma el trío? Digámoslo un trío nunca es 1+1+1. Un trío siempre es 2+1. Y un dúo o pareja, habitando un trío siempre es 3-1. No es matemática, no: es pura experiencia vital. Claro que en cuanto a experiencia..., los personajes aquí son lo que difusamente podría llamarse (post)adolescentes. Por más que un rasgo habitual sea creer, pensar y estar ardientemente convencido que a esa edad (x) ya se tiene mucha experiencia y se lo ha vivido todo, la verdad del asunto es que es un caudal de experiencias y vivencias muy limitado. Que se viven con intensidad, a veces. Con banalidad y superficialidad, otras veces. Con sobreactuación y violencia vacía más veces. Se adolesce, lo sabemos. Período de faltas y de vacíos (como casi toda la vida, pero más).

Secretos sin nombrar.Un trío, entonces, y un secreto: un pasado. Algo pasó, hace diez años. Y eso que pasó, pasó en el baño de la escuela. El baño que Matías se compró y en el que vuelve a reunir a Leandra y Pablo. ¿Para qué? (Una buena pregunta). ¿Para qué? Sea lo que sea que Matías se propone, no parece que lo concrete, que -realmente- lo haga. Juntarlos, juntarse allí, los tres (espacio reducido, baño, alcohol y porro de por medio) para que nadie diga nada, para que nadie haga nada, para que todo sea (más) incomunicación, silencio, secreto, gestos vacíos, sobreentendidos, y reacciones ampulosas.

Deseo, deseo, y nada hay más que deseo.Todos vemos (desde el instante cero) que lo que atraviesa la cuestión entre estos tres es el deseo. Deseo correspondido o no. Pegajoso por demás o por menos. Ansiedad porque no se concreta o necesidad de que se termine. Ganas de ocupar el lugar del otro (o de la otra). Pero este trío, al menos en el presente y el futuro inmediato, está destinado a no ser nada más que tres personas juntas en el espacio. Acaso en ese espacio, diez años atrás, cuando se armó esa noche de quedarse allí, y todos se fueron y Leandra y Pablo quedaron solos, y Matías regresó... Acaso allí, tal vez... ¿Qué? No se sabe. pero ahora, ahí, ni el alcochol, ni el porro, ni los golpes y juegos de manos le sirven a Matías para que le diga a Pablo finalmente lo que tiene que decir. Nada le sirve a Pablo para sacarse de encima a Leandra ni a Leandra para despegarse para siempre. Aunque al final, el teléfono suena y parece que Leandra hubiera encontrado el modo...

Todo sucede en el baño.Literalmente es así. Una idea potente encuentra en el uso del espacio escénico, en el diseño de su escenografía (responsabilidad de Sol Soto), su mejor aliado. La proximidad actores/espectador arma otro dúo: vouyer/exhibicionista. Queremos ver, claro. Queremos ver más.

Los nombres en cuestión.Leandro Perotti, dramaturgo y director de Porque todo sucedió en el baño, cuenta además con un elenco que se entrega sin reservas al juego. Ellos son: Francisca Ure como Leandra, Juan Ruy Cosín como Matías, Alejandra Carpineti como Lala, y -en un trabajo notable- Andrés Ciavaglia como Pablo.

El baño en cuestión queda en Timbre 4 y para ver/saber más, y hacer la propia experiencia, hay que reservar entradas ahora mismo. http://www.timbre4.com/4932-4395