
Los personajes de esta obra están llenos de vida, y al mismo tiempo, aterrados ante la idea de crecer, atados hasta el absurdo a la reconstrucción de un tiempo que fue y no pudo transformarse en algo posible.
Este texto profundamente silencioso y plagado de secretos de esas vidas me produce una mezcla de melancolía y desesperación. No puede dejarte ajeno. Lastima por verdadero y sencillo a la vez.
La puesta, complejísima, en ese espacio mínimo del baño y el aeropuerto está labrada con un detalle envidiable y alcanza ese equilibrio de belleza y frescura tan difícil de encontrar.
Los cuatro hermosos actores dejan su alma en cada función, con esa entrega de quien se juega todo, sin espacio al oficio. A todo o nada. Como debe ser. Y es conmovedor verlos crecer y desarrollarse en este proyecto.
La luz de nuestro talentoso y siempre amigo-compañero Omar Possemato una vez más logra en este espacio tan particular de Timbre 4 climas mágicos y profundamente humanos.
Hace muchos años un grupo de amigos decidió cuidarse y apoyarse en este camino del teatro, y construir un espacio propio donde pudiéramos probar. Aprender. Equivocarnos. Descubrir. Lautaro Perotti es uno de los corazones de este proyecto. Corazón, cabeza, cuerpo y energía para crear lo que no existía y parecía imposible alcanzar. Vivir de lo nuestro, crecer como artistas.
Y sobre todas las cosas mantener esa alegría inocente del comienzo intacta tantos años después.
Por muchos años más. Salud.
Claudio Tolcachir

Claudio Tolcachir saludando a Juan Ruy Cosin, actor del elenco de Porque Todo sucedió en el baño, el día del esteno, en Mayo de 2009.